top of page
Buscar

Coaching y Psicología.

A medida que aumenta el conocimiento de los beneficios obtenidos por las personas que se someten  a un proceso de Coaching, comienza a surgir la duda popular, de si la labor llevada a cabo por el Coach con su Coachee, (persona objeto del proceso) se asemeja a una intervención entre un Psicólogo y su paciente.

ree

Dejando a un lado la semejanza del marco en la que ambos profesionales realizan su función, es decir, desarrollando una entrevista cara a cara, la dirección hacia donde la enfocan es sustancialmente distinta. Sin llegar extendernos en aspectos como pueden ser: la evaluación, el diagnóstico, la intervención terapéutica, la prevención o la investigación..., el Psicólogo o la Psicóloga en líneas generales, trabaja para promover la salud mental apoyando a las personas a enfrentar mejor sus dificultades y optimizando su calidad de vida.


El Coach por su parte, dirige su labor hacia el desarrollo personal y/o profesional de su coachee, con un enfoque práctico y orientado a metas, sin tratar de ninguna manera posibles trastornos psicológicos de su cliente. Lo cierto es que la formación del Coach, puede albergar conocimientos útiles para la detección de alguna posible patología que posteriormente pueda ser derivada al Psicólogo. El Coach, en el desarrollo de una buena labor profesional, deberá derivar a su cliente al Psicólogo, siempre y cuando desde su punto de vista, exista una mínima sospecha de padecimiento de algún tipo de trastorno psicológico.


Dicho esto, ambos profesionales van a desarrollar su trabajo profundizando en las distintas facetas que conforman al individuo con el objetivo de lograr su bienestar. Por lo tanto, el Coach podrá acompañar a su cliente en una particular exploración de su mundo físico, espiritual, social, emocional, familiar, laboral, etc., atendiendo además a aquellas creencias y bloqueos emocionales que puedan limitar en alguna medida su desarrollo personal o profesional.


Cuando hablamos de desarrollo personal, nos referimos al proceso interno que involucra la mejora de la autoestima, la gestión emocional, la autoconciencia y las habilidades para la vida diaria. Se enfoca en el bienestar integral de una persona, abarcando áreas como el autoconocimiento, la gestión emocional, las habilidades de comunicación, la gestión del tiempo o la integración de técnicas de atención plena, cuidado físico y emocional.


El desarrollo profesional, por su parte, se centra en el crecimiento en la carrera o la ocupación de una persona. Implica mejorar las habilidades y competencias necesarias para avanzar en el ámbito laboral. El desarrollo profesional incluye áreas como puede ser el aprendizaje continuo, las habilidades técnicas, adquisición de competencias esenciales como la comunicación, liderazgo, trabajo en equipo, la negociación y resolución de conflictos, el establecimiento de relaciones profesionales, el desarrollo del liderazgo o la inteligencia emocional.


El desarrollo personal y profesional no son dos caminos separados; están interrelacionados y pueden potenciarse mutuamente. Algunas de las estrategias para fomentar este desarrollo consistirían en establecer metas claras, recibir feedback constante, salir del área de confort y sobre todo la existencia de equilibrio entre el trabajo y la vida personal.


ree

En resumen, tanto el Psicólogo como el Coach se ocupan de facilitar mayor bienestar a su paciente, en caso del psicólogo o de su cliente, en el caso del Coach. La colaboración entre ambos profesionales se hace imprescindible en los casos en los que la necesidad de desarrollo personal y profesional del individuo, se produzca gracias a la eliminación previa de algún tipo de patología.


El ser humano es multidimensional, como también la labor de los profesionales implicados en mejorar los distintos aspectos que lo conforman, creando un escenario donde la inteligencia emocional en aquellos que ejercen su profesión, se hace totalmente imprescindible.

 
 
bottom of page